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La pandemia de Covid-19 no sólo tiene efectos como la infección y muerte de personas, también genera enormes problemas económicos, afecta a todos los sectores, por ejemplo, el campo, los mercados y centrales de distribución de vegetales y frutas, cadenas de producción que prácticamente se han paralizado.

Los productores morelenses están pasándola mal debido a la pandemia. Un ejemplo, es el cultivo del pepino, lo que ocurre en la zona oriente. El precio del cucurbitáceo por ejemplo se cotiza a 3 pesos en el campo, pero su costo para producirlo es de 6 pesos, es decir, los campesinos para cortarlo y entregarlo tendrían que poner tres pesos más de su bolsa, por ello es mejor abandonar las siembras.

Martín Salazar Camacho producto de pepino explicó: “Tenemos producto ya listo para salir, pero ya no, es mejor que se eche a perder aquí, ya no, no conviene trasladarlo”, este producto llegó a su punto más bajo y otros podrían seguir esa misma ruta los próximos días.

Las medidas de distanciamiento y la cuarentena, no contemplaron una estrategia para que los productos de los campesinos sigan llegando a los consumidores, quienes en Cuernavaca por ejemplo pagan de 10 hasta 20 pesos por el kilo de pepino según la calidad del mismo.

Catalina Montaño Barreto productora de jitomate: “Si nosotros paramos que van a consumir los de la ciudad, porque nosotros producimos lo que se come en la ciudad, imagínese que por ejemplo, por el bajo precio y que ya no recuperamos el bajo costo tendríamos que dejar todo esto que tenemos, porque ya no sería costeable para nosotros porque ya no hay quien nos compre nuestro producto”.

Catalina lamentó que el gobierno no tenga un plan, para que las cosechas no se pudran en el campo y los campesinos no puedan recuperar lo que invirtieron en la siembra de lo sus productos.

“Y pues más que nada los que saldrían perjudicados serían la gente de la ciudad, porque si en campo para, ¿de donde van a llevar productos?, el gobierno debería tener un plan para ver de que forma hacerle llegar los productos de los campesinos”.

Por lo pronto ha comenzado el corte de los pepinos en los viveros ubicados en varios puntos del Estado, entre ellos la comunidad de Popotlán ubicado en el municipio de Temoac, pero este paró con la caída del precio y los jornaleros despedidos.

Martín Salazar añadió: “Ayer me tocó hablar con otro productor, que me dijo que el tenía entrego en la Mor-Mex de Cuautla, el me dijo que tenía entrego de 80 cajas el día de ayer, pero a la mera hora le hablaron y le dijeron, -mira mejor esa carga no me la traigas, tírala o véndela donde tu puedas, porque yo, ya no tengo donde almacenarla”.

Los productores han pedido que el Gobierno intervenga para que las cosechas no se pudran en las parcelas o en los viveros, “si el gobierno estaría bien que el producto se vendiera más que nada, por nosotros estaría bien que nos compraran en precio, aunque nosotros no ganáramos pero que nuestro producto no se quedara acá, porque nuestro producto se queda parado, pero dices esto ya está bueno lo voy a llevar a vender, pero quien te lo va a comprar ahorita no hay nadie que te lo compre”.

Otros productos que también están en riesgo es el jitomate, cuyo preció cayó más del 60 por ciento, Catalina Montaño precisó: “Pues el precio está en siete pesos el kilo, pues ahorita de esto que está pasando, pues los precios se vinieron abajo, anteriormente estaba a mejor precio, porque la caja valía 500 pesos y ahorita está sólo en 200, 220”.

En el caso del jitomate, el precio de compra a los campesinos es de 7 pesos, pero en los mercados puede ir de los 15 a los 20 pesos de acuerdo con su calidad, es decir que en esta baja de precios no hay precios justos para los campesinos.

En el caso de los comercializadores si decidieran parar, sólo cerrarían sus cortinas y despedirían a sus trabajadores, pero los campesinos se quedan con las siembras y sus productos que se desperdician, además de las deudas en caso de tener créditos.