Recuperarnos como seres humanos; de eso se trata
Más que pensar en resolver y erradicar la violencia contra las mujeres, nos hemos dedicado a construir narrativas que la "normalizan" y la intentan justificar
Por: Carlos Garza Falla, Visitas: 1542
“Tiene que existir otra manera de vivir en la cual antes de ser hombre o mujer seamos seres humanos. Hoy todos sí y todas también debemos cerrar filas con el feminismo: México está en deuda con sus mujeres.” Paulina Rivero
En las últimas semanas es mucha la tinta que en nuestro país ha corrido en torno al tema de la violencia contra las mujeres y no es porque de pronto esta emergiera de la nada, antes, al contrario, ella es la cara más siniestra de la epidemia de violencia en la que estamos inmersos y expresa, sin lugar a dudas, la profundidad y gravedad de la descomposición social por la que atravesamos.
La violencia contra las mujeres ha acompañado la dinámica social e histórica de nuestro país y lo que es real, es que más que organizarnos para hacerle frente, contenerla y revertirla, nos hemos dedicado a desplegar una narrativa en la que no solo se le justifica, sino que se le normaliza y se gratifica con la impunidad a quienes la ejercen, sea en los espacios individuales o en los espacios públicos , sea en la esfera de las relaciones interpersonales o lo sea en la esfera de las relaciones interinstitucionales.
El asunto es grave y reclama atención urgente.
El ¡YA BASTA! con el que irrumpieron en el espacio público de la CDMX y de las redes sociales mujeres muy diversas no nos puede dejar indiferentes, nos obliga a actuar de manera decidida, rápida y generosa.
Actuación que se debe dar en todos los ámbitos de nuestra vida en sociedad y que como muy bien lo expresa Paulina Rivero, nos lleve a asumir, con todo lo que ello implica, que antes de ser hombre o mujer somos seres humanos y desde esa atalaya reconstruyamos nuestras dinámicas y nuestras interacciones.
John Galtung, ese esplendido sociólogo noruego que nos ha aportado muchos elementos para mejor comprender la violencia y su dinámica al introducir en su conocido triangulo de la violencia, la violencia cultural la cual identifica como un “marco legitimador” de esta, que se concreta en actitudes, nos abre un horizonte de reflexión y análisis que estamos obligados y urgidos de explorar.
Hoy, nuestra sociedad se encuentra fincada en una cultura patriarcal que legitima y normaliza cotidianamente la violencia contra las mujeres y al hacerlo perpetua usos y costumbres que nos degradan como seres humanos.
De lo que se trata pues es de recuperar la dignidad y de darnos la oportunidad como seres humanos de una vida libre de temores y también libre de carencias, es decir una vida en la que juntos todos mujeres y hombros nos brindamos una verdadera seguridad humana.
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Facebook: Carlos Garza Falla.
Correo electrónico: carlosgarzafalla@gmail.mx
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