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En diciembre del 2018 siguiendo la cuenta de twitter del ex ministro José Ramón Cossío tropecé con este tuit: “Hoy, en un lugar y en un momento particular, mi esposa y yo recordamos a Miguel Delibes. En estos tiempos tan poco empáticos, recomiendo a toda la lectura de sus libros.” @JRCossio. Acto seguido, le pregunté a Google quien era Miguel Delibes.

El ensayo que encontré en Wikipedia sobre Delibes me deslumbró, me entregó información de un autor en verdad prolífico totalmente desconocido para mí y con referencias que despertaron mi curiosidad por conocerlo.  

En esas fechas visitando algunas librerías para comprar algunos libros que pretendía yo regalar en navidad apareció ante mí un primer libro de Delibes: El camino, el cual adquirí y de inmediato di cuenta de él. 

“El camino” me resulto un libro de muy fácil lectura que en su sencillez narrativa me entrego la historia de un mundo que hoy en día ha quedado desdibujado totalmente, el mundo rural español de la posguerra. Se trata de la tercera novela del autor y fue publicada en 1950. 

Adicional a lo que sobre “El camino” nos ofrece el ensayo de Wikipedia, les comparto esta breve estampa que se puede encontrar en el sitio de internet de la Fundación Miguel Delibes.

“En «El camino», tercera de sus novelas, Miguel Delibes encuentra su voz y estilo narrativos según confesión propia.

La infancia vuelve a ser protagonista en este relato delibeano. El pueblo cántabro de Molledo Portolín, lugar en el que pasó su propia infancia y origen de su familia paterna, le sirve de inspiración.

Daniel, el Mochuelo, la noche anterior a su partida a la ciudad para estudiar, evoca sus once años en el pueblo que le vio nacer y en el que transcurrió su infancia junto a sus inseparables amigos, Roque, el Moñigo, y Germán, el Tiñoso. Las andanzas de estos tres niños, cuya amistad es también truncada por la muerte de uno de ellos como ocurría en «La sombra del ciprés es alargada», llenan las páginas de este bello relato, en el que se conjugan la ternura, un sutil lirismo y un delicado humor con la profunda comunión y sintonía de los personajes con el entorno y la naturaleza.

El estilo narrativo de Delibes, fresco y directo, cobra categoría magistral en esta obra.”

Ya entrado el año 2019 la segunda obra de Delibez con que tropecé fue Los santos inocentes, la cual está fechada en 1981 y al igual que “El Camino” es de fácil lectura y atrapa al lector de inmediato. Este segundo libro de Delibes que leí, me sedujo sobre todo por la capacidad del autor de penetrar en el espíritu de sus protagonistas. 

La nota sobre “Los santos inocentes” que se puede leer en el sitio de internet de la Fundación Miguel Delibes dice: 

Los santos inocentes -obra narrada en forma de una gran salmodia con una disposición tipográfica de los textos casi poemática- es la novela del sometimiento y la humillación de los perdedores que se erige, al mismo tiempo, en un alegato contra los poderosos y a favor de los desheredados.

Dividida en seis libros, como otros tantos cantos épicos, esta historia trágica y lírica al mismo tiempo nos narra la dramática existencia de unos seres marginados, habitantes de un cortijo extremeño, cuyo sometimiento al amo marca y determina su miserable vida cotidiana.

Las figuras de Paco el Bajo y el «inocente» Azarías, con su «milanabonita», son dos personajes cumbre en la galería delibeana.

En este mes de julio que está por concluir el libro de Delibes que me acompaño y cuya lectura concluí ayer por la tarde es “Señora de rojo sobre fondo gris. Miguel Delibes. 1ª edición reimpresa en México, abril 2019.”

De este libro no hay ensayo en Wikipedia , lo que comparto con ustedes es lo que se publica en el sitio de internet de la Fundación Miguel Delibes: “Un prestigioso pintor, sumido en una aguda crisis creativa, va evocando ante su hija, recién salida de la cárcel, una serie de recuerdos centrados en torno a dos acontecimientos decisivos en su propia vida: la detención de la hija y su marido por motivos políticos y, sobre todo, la enfermedad y muerte casi repentina de su mujer”.

Con fuerte carga autobiográfica –Delibes rinde un homenaje a su esposa, fallecida en parecidas circunstancias en 1974–, la novela es una intensa historia de amor en desenfrenada carrera hacia la muerte, así como el retrato de una mujer convertida en personaje, con una personalidad humana fuera de lo común.”

Sin duda en este libro Delibes una vez más nos muestra su capacidad de profundizar en el interior de sus protagonistas y entregarnos con gran fuerza y nitidez las tormentas que los aquejan. El espíritu humano transita siempre en un mar en agitación permanente. 

Sinceramente creo que vale la pena seguirle la pista a este autor, yo por mi parte lo haré. Agradezco al exministro José Ramón Cossio@JRCossio su twitter y pues coincido con él: “En estos tiempos tan poco empáticos” vale la pena darse la oportunidad de conversar con Miguel Delibes.