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Escribir prosa -novela, cuento- no es algo sencillo. Lo es menos el microrrelato, esa pequeña historia contenida en un par de líneas, que en su brevedad tiene la estructura de un cuento. Lo difícil, lo que pocos logran, es no ser sólo ingeniosos, sino convertir el destello de la inteligencia en literatura. Es lo que hace mi amigo Armando Alanís Canales en su más reciente libro De rojo me gustas más, publicado por mi editorial, El tapiz del unicornio. El libro se iba a presentar en estos días en la Feria del Libro y de la Rosa de la UNAM. Esperamos que, una vez que la pandemia pase, podamos presentarlo.

Escribí para la contraportada del libro: "Microrelatos que son aforismos, greguerías, poemas embozados, relámpagos, giros inesperados, encuentros, asombros. En este libro Alanís imagina, piensa, juega, y al hacerlo, da forma con palabras. Podemos asombrarnos ante el resultado de cada historia, algunas de las cuales son como novelas breves, pero no debemos olvidar que, antes que un destello de la inteligencia, estamos hablando de literatura, de un escritor que, a la manera de un alquimista, extrae de la retorta un producto acabado y perfecto, después de procesos de destilación que sólo él conoce y cuya cristalización nos corresponde disfrutar".

Veamos algunos ejemplos:

"Conversión": La polilla devoró la Biblia y creyó en Dios.

"Después de un sueño intranquilo": Se soñó vaca y despertó en el rastro.

"Invisibles": El hombre invisible y la mujer invisible se enamoraron. Fue un amor nunca visto.

"Epitafio": Volveré.

"Juguete de nadie": -No soy juguete de nadie- dijo ella, segundos antes de que se le acabara la cuerda.

"Novia": - Tú si sabes morder-dijo ella. En la oscuridad, Drácula sonrió.

"Otro soñador": Era un soñador de tiempo completo. Estaba muerto.

"Una noche de tormenta": La dama blanca y el rey negro treparon al caballo y huyeron del tablero.

De rojo me gustas más, de Armando Alanís, está disponible en Amazon. ¡Sigámonos cuidando! ¡Hagamos de la lectura en casa la mejor prevención!