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Hace un par de décadas hicieron una encuesta entre escritores en la revista Quimera, preguntándoles quién era el mejor escritor del siglo XX. Los resultados me parecieron significativos. En primer lugar, empatados y a una considerable distancia de los que seguían, estaban Marcel Proust, que describió con maestría las intermitencias del corazón y James Joyce, el de la catedral -Ulises-, en el que el monólogo de Molly Bloom es genial.

En segundo lugar, también empatados, se encontraban Robert Musil, autor de la monumental novela El hombre sin atributos, cronista de la desaparición de "Kakania" -el imperio Austro-Húngaro y Vladimir Nabokov, el de Lolita y Ada, el genio que empezó escribiendo en ruso y terminó siendo un maestro en el dominio del inglés. Después de ellos dos, y mucho más abajo, todos los demás: Borges, Mann, Dinesen, Yourcenar, Durrell y un larguísimo etcétera.

Ahora bien, les planteo una reflexión provocadora. Si estuviéramos en el siglo XXIII, reflexionando sobre la literatura del siglo XX, quizá el criterio sería quiénes fueron los escritores que mejor retrataron las preocupaciones de ese siglo. A mi juicio, los temas más importantes de nuestra época son el enfrentamiento del hombre contra el poder y la conciencia de que cada uno de nosotros somos una multitud. Los ganadores serían, entonces, a mi juicio, Franz Kafka y Fernando Pessoa. ¿Qué opinan, lectores?