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El 23 de septiembre de 1939, hace 80 años, murió Sigmund Freud.

Peter Gay, en su monumental obra Freud, se pregunta: "¿Fue el caudillo autodesignado de un clan de discípulos cerrado y sometido, un Luis XIV de la psicología, que proclamaba la psychanalyse, c'est moi, o un guía genial, aunque a veces severo, que indicaba el camino hacia las leyes ocultas de la mente, y reconocía sin trabas las aportaciones de colegas y predecesores?"

Espeolólogo del alma, descubrió el inconsciente y, mejor aún, que ese mundo oculto tiene una estructura que es el origen de nuestras pulsiones y de lo que llamamos normalidad o patología.

Freud forma parte del selecto grupo de seres humanos cuya vida representó un antes y un después para la humanidad. Leonardo, Picasso, Einstein, Newton, Aristóteles, Shakespeare, Cervantes, Pitágoras, Sófocles. Cada uno de ellos nos dio una nueva visión del hombre y del ser humano en relación con el mundo.

En el tomo XX de sus obras completas en Amorrurtu, Freud escribió: "Puedo decir que he sido el iniciador de muchas cosas y he prodigado numerosas incitaciones de las que algo saldrá en el futuro. No puedo saber si será mucho o poco. Pero tengo derecho a formular la esperanza de haber abierto el camino a un importante progreso en nuestro conocimiento”. Salve, doctor Freud. (a Pedro Álvarez Colín).