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Cumple 16 años Valentina Albo Carrara, la hija de mi mejor amigo Andrés Albo. Tiene la misma edad de Greta Thunberg, la activista sueca que se ha convertido en la portavoz de su generación y ha denunciado ante los adultos e incluso reprochado, el mundo que les estamos heredando, ante la amenaza del cambio climático, cuyas consecuencias vivirá su generación y ya no nosotros.

En ese contexto, ¿qué podemos desearle a Vale y a su generación? Van algunas ideas:

Que logremos la transición energética para pasar de un mundo que utiliza combustibles sólidos a otro que use energías limpias.

Que, a pesar de la tecnología aplicada a la lectura, subsista el placer de leer en casa, con una lámpara en la noche y un buen café.

Que en las relaciones amorosas del mañana se mantenga la ternura y lo que llamamos amor.

Que la expansión de las fronteras del conocimiento de lo externo vaya a la par de nuestros descubrimientos y expediciones a lo interno, a nuestra psique.

Que los hijos de Valentina y de Greta, que llegarán a los cincuenta años más o menos al inicio del siglo XXII, hayan encontrado nuevas formas de convivencia social que eliminen para siempre los conflictos por el color de la piel, la religión, la raza o el género. Que así sea. Vale: ¡feliz cumpleaños!