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Ana Luisa Garduño Juárez fue despedida por familiares, compañeras de lucha y vecinos la tarde de este sábado. Sus restos fueron depositados en el panteón de la colonia Lomas de Guadalupe en Temixco. Su familia se pronunció por “no politizar ni hacer un espectáculo mediático” de su asesinato, “queremos justicia”, demandaron.

La tarde de este sábado la carroza con el cuerpo de la activista y fundadora de varios colectivos de víctimas de la violencia partió de una agencia funeraria en el sur de Cuernavaca y fue escoltada por dos patrullas de la Policía Morelos hasta el panteón ubicado en el municipio vecino de Temixco.

También acompañaron el cortejo familiares, compañeras de lucha y vecinos. La familia hizo público un pronunciamiento, a través del hijo menor de Ana Luisa, Martín Huicochea Garduño, quien son sus recién cumplidos 18 años ha tenido que padecer el feminicidio de su hermana mayor, Ana Karen, en 2012; la muerte de su padre, hace poco y el jueves por la noche el de su madre Ana Luisa.

“Por favor, que el caso se lleve de una manera respetuosa, que no se politice, que no traten de sacar ventaja (política) ni lucrar con la imagen (de su madre) y sobre todo, mi mamá no es estandarte de ninguna lucha, porque mi madre se dedicó años para que su voz fuera escuchada para que hoy sólo sea un medio para ayudar a una persona, para salir en los medios, para ganar publicidad”, convocó.

Mi madre, dijo el joven, “dio su vida entera y expuso su integridad por apoyar cada una de las víctimas que pidieron auxilio, por eso nos negamos a que su muerte, su investigación, sean un circo mediático. Exigimos justicia, exigimos respeto”, sostuvo. En el panteón, la ceremonia fue discreta, con el dolor de quienes la conocieron.