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La primera semana de la reactivación de la industria minera en el país fue exitosa porque casi 90 por ciento de las empresas del sector en promedio ya está trabajando, gracias también al respaldo de la subsecretaría de Minería de la Secretaría de Economía, a cargo de Francisco Quiroga, quien estableció acuerdos con gobernadores de los estados y con las empresas, para que estas volvieran a laborar con seguridad y sin riesgos de contagios de covid-19.

En Morelos, es prácticamente un hecho que el proyecto de Esperanza Silver de México en la comunidad de Tetlama se reactive, sólo falta que las autoridades certifiquen que la empresa, siempre respetuosa de las normatividades, está aplicando los protocolos de seguridad sanitaria para evitar los contagios, según dijo uno de sus voceros.

A nivel nacional, según la Unión Nacional de Sindicatos Minero Metalúrgicos y Metal Mecánicos de México (Unasim), el restante 10 por ciento de empresas mineras preparan protocolos sanitarios para reanudar actividades en los próximos días. Con lo cual volverían a laborar 370 mil trabajadores directos de esa industria.

Las siguientes dos semanas serán fundamentales para la economía del país luego de la desaceleración provocada por el confinamiento forzoso a que obligó la pandemia. En ese marco, la minería juega un papel fundamental pues garantiza la reactivación de los mercados que la acompañan en su desarrollo, convirtiéndose en un motor central de la maquinaria económica mundial.

En ese sentido, la subsidiaria de Alamos Gold Inc, Esperanza Silver de México, juega un papel fundamental para la economía nacional, pero particularmente para el estado de Morelos que lleva años de rezago en materia económica. En Tetlama, una de las comunidades más pobres de la entidad, donde el Inegi ha señalado seríos problemas de rezago y miseria, se desarrollará en los próximos 10 años, la inversión más importante en la historia de la entidad.

En los próximos 15 días, el proyecto reiniciará y sentara las bases del desarrollo de la zona, siempre con respeto al medio ambiente y al tejido social comunitario, así como de todas las normatividades que regulan la industria minera en el país, una de las más importantes para la reactivación económica.

El proyecto Esperanza, significa la opción más importante que tiene la entidad para lograr un mejor bienestar para su población. Están listos ya, los protocolos, como lo reveló la propia empresa, para garantizar la seguridad sanitaria de sus trabajadores y de sus familias. Ya con la anuencia de las autoridades, el proyecto marchará con buen rumbo.