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Carlos Urzúa Macías renunció este medio día a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, convirtiéndose en uno más de los colaboradores de Andrés Manuel López Obrador en dejar el gobierno, apenas sietes meses después de iniciada la actual gestión.

En una carta donde hace severas afirmaciones, el hombre de confianza, hasta ahora, del presidente de México hizo evidentes los desacuerdos que existen al interior del grupo gobernante en relación al manejo de la economía y particularmente de la forma de ejercer el presupuesto público.

El ahora exfuncionario dijo que no está de acuerdo en cómo se tomaron algunas de las decisiones del Presidente en torno a este rubro, pero además, consideró “inaceptable la imposición de funcionarios que no tienen conocimiento de la Hacienda Pública”, pero que además representan un conflicto de interés.

La carta llama “discrepancias en materia económica” a las diferencias que existen al interior del Gobierno, mismas que ya se habían hecho evidentes en la renuncia de Germán Martínez Cazares a la dirección del Instituto Mexicano del Seguro Social, hace unas semanas. Algunas de las decisiones, según Urzúa Macías, se han tomado “sin el suficiente sustento”.

Dejó en claro que algunas decisiones se toman no sólo con base en la improvisación, sino sobre todo basadas en argumentos ideológicos: “”Estoy convencido de que toda política económica debe realizarse con base en evidencia, cuidando los diversos efectos que ésta pueda tener y libre de todo extremismo, sea éste de derecha o de izquierda. Sin embargo, durante mi gestión las convicciones anteriores no encontraron eco”. 

Renuncia aceptada

De inmediato, a través de sus redes sociales, el presidente López Obrador refirió que aceptó la renuncia de Urzúa Macías, pues “no está conforme con las decisiones que estamos tomando, y nosotros tenemos el compromiso de cambiar la política económica que se ha venido imponiendo desde hace 36 años”, dijo.

Y siguió: “A veces no se entiende que no podemos seguir con las mismas estrategias, no se puede poner vino nuevo en botellas viejas”, dijo en una más de sus referencias biblícas que acostumbra salpicar en sus discursos. “No más simulación, no más de lo mismo”, remachó.

En este contexto, López Obrador aprovechó para presentar al nuevo secretario de Hacienda, Arturo Herrera Gutiérrez, quien se desempeñaba como subsecretaría en esa misma dependencia. Se recuerda que este personaje también fue Secretario de Finanzas durante el paso del tabasqueño por el gobierno del entonces Distrito Federal de 2000 a 2005.

La renuncia de Urzúa Macías sacudió los mercados de valores y colocó al dólar por los cielos frente al peso, sin embargo, López Obrador afirmó en su mensaje que la economía del país se encuentra estable, sin déficit y que la paridad cambiaria, así como la inflación, se encuentran total y absolutamente “bajo control”.

¿Se desgrana la mazorca?

Con Urzúa Macías, son ya varios los funcionarios que han dejado el gobierno de Andrés Manuel López Obrador en apenas siete meses. El 17 de febrero, luego de que López Obrador anunciara la cancelación del programa de apoyo a las estancias infantiles, la directora del ramo en la Secretaría de Bienestar, Clara Torres, renunció a su cargo. El presidente señaló como argumento corrupción en el programa. La funcionaria aseguró que con la cancelación se violaban los derechos de los niños. Decidió renunciar.

El 12 de abril, Simón Levy, subsecretario de Planeación y Política Turística de la Secretaría de Turismo, renunció debido a “temas estrictamente personales, pero aseguró que se mantenía en permanente lealtad al presidente y su proyecto, así como al secretario del ramo, Miguel Torruco. Levy dejó la secretaría en medio de un escándalo provocado por un espot en el que no sólo se anunciaba el turismo en el país, sino prácticamente era un mensaje electoral a favor de Morena.

El 15 de mayo pasado la entonces subsecretaria de Seguridad de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, Patricia Bugarín presentó su renuncia alegando “asuntos personales”. Una tarjeta informativa de la propia secretaría hecha pública unos días después, informó que la exfuncionaria había manifestado “su necesidad de separarse de sus funciones para atender situaciones familiares y de índole de salud que la aquejan e imposibilitan a seguir en la institución.

El 21 de mayo pasado, Germán Martínez, como se dijo líneas atrás, dejó la dirección del Seguro Social también en una carta pública en la que hizo patente su molestia por la falta de recursos para prestar los servicios de seguridad social.

Hubo “excesivos” recortes al presupuesto, señaló el expanista y hoy senador de la República por el partido de López Obrador, Morena. Además, el exfuncionario se quejó de injerencia de funcionarios de la Secretaría de Hacienda en la administración del IMSS.

El 26 de mayo siguiente, unos días después que Martínez Cazares, la secretaria de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca, Josefa González Blanco renunció a su cargo, luego de que le estallara un escándalo provocado por el retraso de un vuelo comercial en el que viajaría y al que no llegaba. Se comunicó con la gente del aeropuerto para retrasar el vuelo, pero varios usuarios se dieron cuenta y difundieron el hecho por las redes. Unas horas después, renunció.

El 14 de junio siguiente, Tonatiuh Guillén López, renunció también como comisionado del Instituto Nacional de Migración, en medio de la crisis migrante más importante que ha vivido el país en las últimas décadas. Este mismo martes, renunció el titular de la Unidad Especializada en Investigación de Delitos en Materia de Secuestro, Gualberto Ramírez Gutiérrez, aunque no se dieron a conocer las causas.