Compartir la nota por:

De la misma manera que Flaubert escribió al final de su trayectoria literaria un cuento sobre una mujer anodina, Marguerite Yourcenar, de 1978 a 1981 escribió Un hombre oscuro, la historia de Natanael, que pasó por la vida sin pena ni gloria.

Aprendió un poco de latín trabajando en una imprenta; se embarcó a las Américas creyendo que había matado a un hombre; estuvo en la Nueva Francia -Canadá- con unos ancianos y vio morir a su pequeña amante de tuberculosis, regresó y se lió con una mujer que resultó lo traicionaba y era ladrona; empezó la tuberculosis, se enamoró de la señora D'Ailly, le pidieron que cuidara la isla abandonada donde los hijos del señor von Herzog acostumbraban ir de caza... Al final de su vida, se refugió en una hondonada sabiendo que no despertaría. Había vivido "el infortunio y la dulzura de existir".

Lo sorprendente es que Yourcenar haya escrito ese cuento después de hacerlo sobre dos hombres que tenían, uno, todo el poder y todo el conocimiento -el emperador Adriano, de Memorias de Adriano- y otro, todo el conocimiento -Zenón, de Opus Nigrum-.

Memorias de Adriano, traducidas al español por Julio Cortázar, es una larga carta que el emperador escribe a Marco Aurelio, que será su sucesor y un filósofo estoico. Esa epístola que constituye la novela comienza con "Comienzo a percibir el perfil de mi muerte" y termina con "Tratemos de entrar en la muerte con los ojos abiertos". En medio, una vida bien vivida, un amor que termina en la muerte -su amante Antinoo-, una reflexión política.

Opus NIgrum es la historia de Zenón, médico, alquimista, astrólogo, que en pleno Renacimiento opta por los "noes", en lugar de los "síes". Zenón prueba, ensaya, todo, desde conocimientos a preferencias sexuales, pero no se instala en ninguna etiqueta, queriendo ser siempre un hombre libre. Al final, como sucede a muchos hombres libres, es perseguido por las autoridades, en su caso por ser un escritor herético y por sus "malas costumbres". Se quita la vida antes de que el verdugo lo haga.

Después, la historia de Natanael, un hombre oscuro, en el que sin embargo están, como en la Felicidad de Flaubert, los triunfos y las miserias de cualquier ser humano.

Escritora excepcional -mi escritora favorita- nació un día como hoy, el 8 de junio de 1903, de modo que celebramos su cumpleaños 122. Fue la primera mujer aceptada en la Academia Francesa -fundada por el cardenal Richelieu en 1624-. Jean de Ormesson dijo en su discurso de recibimiento: "No está aquí por ser mujer sino porque es una gran escritora. Pero no omito decir que si fuera hombre hubiera entrado mucho antes".

Hace un año, decidí escribir pequeños ensayos de 230 palabras para hacer un libro: El ensayo de hoy, buffet literario pronto verá la luz en mi editorial, El tapiz del unicornio. Constará de 164 ensayos. Cuando empezó la cuarentena, decidí empezar esta serie, para acompañar a mis amigos y lectores en este túnel oscuro. Si sumamos las dos series, del 8 de junio del año pasado para acá escribí 241 pequeños textos. Como no queriendo, de uno en uno.

La lectura de cada uno de ustedes me ha permitido retomar mis lecturas y compartirlas. Dice el DRAE que compartir es dividir, repartir. Creo, más bien, que es multiplicar. No le doy un cachito a cada quien sino todo a todos. ¡Gracias! Sin un lector del otro lado de mi computadora, no hubiera hecho nada. Estos textos son para ti. (Síguete cuidando, yo también). ¡Y feliz cumpleaños a Madame Marguerite Yourcenar, Nuestra Señora de las Letras!